domingo, 30 de octubre de 2011

TDAH. Tratamiento conductual cognitivo



 TDAH. TRATAMIENTO CONDUCTUAL COGNITIVO



ORIENTACIONES PARA ESTABLECER UN PROGRAMA
CONDUCTUAL-COGNITIVO PARA TDAH

La intervención conductual en el TDAH es multicomponente, distinguiendo entre técnicas específicas para el niño y aquellas cuya aplicación están más orientadas a los padres y al ámbito escolar. Utilizamos una combinación de técnicas operantes y cognitivas (conductual-cognitiva). Los beneficios que podemos obtener con la intervención conductual-cognitiva, son:

· Mejor rendimiento académico posiblemente por la mejora atencional.
· Mejoría de la hiperactividad y
· De la relación social.

La aplicación y evaluación de tratamientos que comprendan la prescripción de psicofármacos y de técnicas cognitivo-conductuales con objeto de poder ponderar sus acciones terapéuticas de conjunto y por separado es el objetivo de un tratamiento multicomponente del TDAH, que comprenda, igualmente al niño y los profesores.

Hoy conocemos que no existe ninguna intervención aislada, farmacológica, psicopedagógica o psicológica, que dé una respuesta óptima, al mismo tiempo que también carecemos de ensayos contrastados que nos aclaren de forma definitiva la mejor forma de actuar frente al niño, familia y escuela.

La intervención con los padres y profesores se basa, fundamentalmente, en técnicas educativas, moldeado y ensayos de tipo conductuales.

Los profesores y padres deben tener claro nociones básicas de modificación de conducta y saber delimitar claramente que conductas desean modificar por ser disruptivas y cuales son las que deben incrementar.



INTERVENCION ESCOLAR

INTERVENCIÓN FAMILIAR


1. Entrenamiento de profesores

· Explicar los mecanismos psicobiológicos de las conductas del niño hiperactivo y los mecanismos de aprendizaje implicados en su mantenimiento y en su incremento.
· Cómo pueden ellos mismos influir en la presentación y mantenimiento de tales conductas.
· Adiestramiento en la recogida estandarizada de conductas (registros).

Actividades:

· Informar sobre el TDAH y los problemas que puede originar en el aula.
· Dotar de conocimientos y competencias básicas al profesorado en el manejo de tales conductas.
· Como reordenar y reajustar el aula para conseguir el mayor rendimiento posible en el alumno.
· En el supuesto de no existir trastornos específicos, dotar al profesorado de técnicas e información psicopedagógica para contrarrestar en el alumno los problemas derivados de la inatención.
· Dotar de conocimientos básicos acerca de los diferentes trastornos específicos y como suelen manifestarse (indicadores de sospecha)
· Analizar y dar respuesta logística a las posibles dificultades que puedan surgir en la aplicación del Programa.
· Dotar de conocimientos básicos al profesorado para que sepan dimensionar los posibles trastornos específicos y establecer canales de consulta, valoración y tratamientos complementarios.

Técnicas y recursos necesarios:

· Exposiciones teóricas con documentación conveniente.
· Rol play que sirva para dotar de habilidades a los profesores en la aplicación en el aula de las técnicas operantes básicas y en el manejo de contingencias.
· Ejercicios prácticos de cómo abordar la casuística real, tanto en el aula como a nivel de posibilidades de interconsulta.

2. Motivar al niño

· Se pretende implicar al niño en los objetivos que se planteen en el programa individualizado.
· Para ello debemos explicarle claramente las ventajas que obtendremos, tanto en el ámbito académico como de relación social, con nuestra intervención.
· Se insistirá en su protagonismo, y en que su colaboración es imprescindible.
· Se insistirá en que muchos de los problemas académicos y de relación que presenta serán solucionables con la intervención.

Actividades:

· Informar al alumno de forma que nos entienda cuales son los objetivos que pretendemos con la intervención y en qué consiste ésta.
· Se le explicará las conductas que serán objetivo de la intervención. En este aspecto, se le dirá qué conductas consideramos pertinentes y cuáles no y, sobre todo, dándole razones objetivas en las que basamos nuestra valoración.
· Comunicarle cuales serán las consecuencias, negativas o positivas, cuando se emitan las conductas objetivo de la intervención.
· Hay que hacer todo lo posible que el alumno esté de acuerdo con las consecuencias para que no sean vividas como castigo arbitrario.
· Se le pondrán ejemplos de la vida diaria del niño en el aula y comunicarle como actuaremos en lo sucesivo si éstas aparecen.
· Redundar en los aspectos motivacionales, explicándole nuevamente las ventajas que se derivan de la modificación de su conducta.



Técnicas:

· Información a través de entrevistas con el alumno.
· Aplicación contingente de las técnicas  elegidas en el programa de refuerzo.

3. Control ambiental

· Los profesores deben estar capacitados para detectar en los alumnos qué estímulos en el aula actúan como distractores y favorecen la hiperactividad y los comportamientos impulsivos.
· Igualmente, otro de los objetivos consiste en la planificación de las actividades del alumno de forma conveniente a sus déficits atencionales y a su hiperactividad.
· Elaborar un plan más a largo plazo en cuanto a la planificación de las actividades conjuntamente con un plan táctico para tareas más específicas.

Actividades:

Deben estar adaptadas a los problemas de cada alumno, ya que la diversidad clínica es la norma en el TDAH. De modo general, recomendamos:
· Los niños hiperactivos NO PUEDEN ESTAR en cualquier ubicación en el aula. Hay que situarlos en donde los distractores sean mínimos.
· Los niños hiperactivos necesitan de una atención más directa y personalizada, única forma de controlar su disposición a la inatención. Valdría la frase “hay que estar encima de ellos”.
· Los niños hiperactivos tiene su tiempo en donde rinden académicamente como otros niños. Su fatigabilidad atencional nos obliga a determinar el tiempo de rendimiento máximo en cada niño. Persistir en la tarea cuando se supera su capacidad no tiene sentido. Por tanto, proporcionar descansos periódicos al niños en función de su capacidad atencional.

Técnicas:

· Control estimular.
· Refuerzo verbal.
· Planificación de actividades alternativas.

4. Aplicación del Programa Conductual.

Los objetivos serían:
· Reducir la hiperactividad.
· Mejorar cualitativamente los procesos atencionales.
· Reducir conductas impulsivas en el aula.
· Mejorar cualitativamente la relación social, si previamente había entrado en el plan de tratamiento.
· En general, mejorar cualquier otra condición que se haya contemplado.

Actividades:

· Programa de refuerzo en todos aquellos conductuales que hayan sido contemplados en el Plan de Intervención.
· Una forma económica y relativamente fácil es el refuerzo a través de la Economía de Fichas en donde deben quedar claras las normas con las que se rigen, tanto la aplicación de obtención como de pérdida. Así mismo, deben precisarse lo más detalladamente posible cuales son las conductas que serán reforzadas.
· Elaborar registros diariamente. Deben ser comentados con el alumno, haciendo especial hincapié en los logros que se vayan haciendo.
· Manejo y mejora de conductas en grupo si se ha establecido una intervención en habilidades sociales.
· Hay que realizar un cambio progresivo en el tipo de reforzadores. La práctica nos recomienda ir cambiando los reforzadores materiales por los sociales.

Técnicas:

· Economía de fichas, instigación y refuerzo verbal, otras técnicas operantes de reforzamiento, habilidades sociales.

5. Entrenamiento cognitivo.

El entrenamiento cognitivo puede entenderse desde dos ámbitos diferentes, igualmente importantes en el niño con hiperactividad: de una parte, incremento en las habilidades de solución de problemas y la planificación realización de tareas académicas y, de otra, la intervención neurocognitiva con objeto de minimizar los déficits en atención y otros posibles trastornos específicos. En el primer caso nos basaremos, fundamentalmente, en la instrucción verbal, técnicas de autocontrol, técnicas de estudio y todas acompañadas de refuerzo.
En el segundo, lo importante es la implementación individualizada de una intervención psicopedagógica en función de trastorno específico diagnosticado.

Actividades:

· Cuando la edad y la situación clínica del niño lo permita, debería enseñarse al niño técnicas en autoinstrucciones tendentes a la planificación de tareas escolares.
· Enseñar técnicas cognitivas de anticipación positiva en cuanto a las posibilidades de logro.
· Enseñar técnicas en resolución de problemas adaptadas a las posibilidades de comprensión del niño y siempre con ejemplos prácticos con objeto de que perciba los resultados.
· Enseñar técnicas de autocontrol frente a la aparición de conductas impulsivas durante la realización de tareas escolares y en su relación con los compañeros.

6. Programa de mantenimiento.

Sucede con frecuencia que la mejoría de las conductas objetivo mejoran, en tanto en cuanto se mantiene el programa de refuerzo. Con la misma frecuencia sucede que, una vez éste se detiene, las disconductas reaparecen. De aquí la importancia del establecimiento de un programa de mantenimiento de las mejorías conseguidas y de su generalización fuera del contexto en donde se aplica el programa. Esta parte del tratamiento corresponde tanto a los padres como a los profesores o educadores de los centros esclares. La coordinación entre padres y escuela es fundamental.

Actividades:
· Los profesores deben intercambiar con los padres información respecto a los logros que va consiguiendo el alumno.
Los padres deben reforzar en la casa estos logros, sobretodo a través de reforzadores sociales. Cuando la situación parento-filial revista alteraciones importantes, debe ser trabajada por un terapeuta ajeno al medio escolar.
· Los padres y profesores deben “reconocer” los comportamiento adaptados del niño en contextos distintos a aquellos en donde se ha aplicado el plan de reforzamiento.
· Hay que cambiar progresivamente los refuerzos materiales por los sociales.

Técnicas:
· Coordinación padres-profesores a través de reuniones planificadas con intercambio de información.
· Elaboración conjunta de cambios de estrategias en base a las necesidades que se detecten.

LA INTERVENCIÓN ESCOLAR ESTÁ CONDENADA AL FRACASO SI NO HAY COLABORACIÓN DE LOS PADRES. LA INTERVENCIÓN FAMILIAR IGUALMENTE SI NO SE ESTABLECE UNA COLABORACIÓN ESTRECHA CON LA ESCUELA


 1. Entrenamiento de padres

· Explicarles, adaptando la información a sus posibilidades de comprensión, en qué consiste el trastorno, insistiendo en la naturaleza involuntaria de la gran mayoría de los síntomas.
· Informarles sobre cómo la psicología del aprendizaje nos explica como minimizarlas o disminuirlas.
· Explicarles como la conducta de ellos pueden influir negativa o positivamente en el comportamiento de su hijo.
· Como deben elaborar un registro.


Actividades:

· Dotar a los padres de conocimientos básicos acerca de TDAH y los problemas conductuales.
· Dotarlos de un mínimo de habilidades en el manejo de contingencias y proporcionarle unos conocimientos mínimos de cómo pueden manejar las conductas disruptivas en casa.
· Informarles acerca del apego y cómo éste puede alterarse en el TDAH. (Medidas de Prevención Primaria respecto a posibles trastornos afectivos).
· Informarles sobre el temperamento y cómo éste condiciona los resultados de su participación en el tratamiento (prevención de los trastornos de conducta).

Técnicas y recursos:

· Información a la pareja. Esta intervención es complemento de la siguiente y sirve para abordar aspectos específicos de cada niño.

· Escuela de padres.

La escuela de padres deberá tener una frecuencia de encuentros de cada quince días y, al menos, una duración de hora y media a dos horas por sesión. Con ella se persiguen varios objetivos:
1. Compartir experiencias y aprender como otros las resuelven.
2. Adquirir conocimientos teórico-prácticos acerca de la hiperactividad.
3. Posibilitar el desarrollo de modelado
que capacite a los padres en el manejo de las dificultades que encuentran con su hijo.
4. Tomar conciencia real y no mágica acerca de la hiperactividad y de los posibles trastornos comórbidos.

2. Control ambiental.

· Producir en el ámbito familiar los reajustes ambientales necesarios que nos mejoren las condiciones estimulares que sean consideradas como favorecedoras o mantenedoras de la hiperactividad.

· Favorecer relaciones parento-filiales y con hermanos que favorezcan el manejo conductual.

· Servir de apoyo a las actividades del programa que se ha iniciado en el ámbito escolar (Planificación de tareas escolares y lúdicas).

Actividades:

· Detectar aquellos aspectos ambientales que se muestren favorecedores de la hiperactividad y las conductas disruptivas.

· La detección debe realizarse a través del análisis funcional de la conducta en casa.

· Planificar los reajustes ambientales que se realizarán de modo general y permanente, así como los ocasionales en base a las conductas que queremos modificar o reforzar.

· Administra convenientemente la utilización de juguetes y cualquier otra actividad lúdica en la casa que puedan inferir en la conducta del niño.

· Estos cambios ambientales se decidirán tras las explicaciones y argumentaciones necesarias a los padres con objeto de implicarlos y motivarlos en las tareas a realizar.

Técnicas:

· Entrevista explicativas con los padres acerca de los objetivos que nos planteamos, así como las razones que los sustentan.

· Registros detallados en cuanto a las situaciones que se valoren como favorecedoras de las conductas a modificar.

3. Aplicación del Programa Conductual

· Una vez detectadas las conductas a modificar, se pretende conseguir que los padres sepan aplicar los programas de refuerzo.

· Los objetivos que, normalmente, se plantean son reducir la conducta hiperactiva y de las conductas derivadas de la impulsividad.



Actividades:

· Elaborar una lista de reforzadores significativos para el niño.

· Establecer un Plan de Control de Contingencias ADAPTADO a las observaciones previamente realizadas.

· Administrar refuerzos positivos o negativos, estableciendo claramente la latencia en su aplicación, así como la persistencia.

· Programa de economía de fichas en donde debe quedar claro: qué conductas serán las que obtendrán ganancias y cuales pérdidas, normas que rigen las ganancias, pérdidas e intercambios con los reforzadores.

· Se establecerá registros diarios, comentando los resultados con el niño e intentando reforzar siempre las conductas favorables con refuerzos sociales.

· Establecer un plan de seguimiento por terapeuta.

Técnicas:

· Economía de fichas, refuerzo, coste de respuesta, control de contingencias
etc...,

4. Programa de mantenimiento.

· Los padres deben haber conseguido un buen entrenamiento en el manejo conductual y las habilidades para la flexibilidad cotidiana en su aplicación.

· Deben estar capacitados para ir cambiando los reforzadores materiales por los sociales, así como modificar la forma de aplicarlos. Por Ej. Pasar de razón fija a variable etc..

Técnicas:

· Entrenamiento de los padres.

· Seguimiento normalizado según pro-grama para evaluar las posibles dificultades  y dar respuesta.

ESTE PLAN DE INTERVENCIÓN EN EL ÁMBITO FAMILIAR DEBE ESTAR ÍNTIMAMENTE CONECTADO CON EL ESTABLECIDO EN LA ESCUELA



WEBGRAFÍA:

JOSÉ LUIS GARCÍA CASTRO,PSICÓLOGO ESCOLAR Y CLÍNICO. ESTUDIOS PSICOPEDAGÓGICOS. ESTUDIOS DE PERSONALIDAD. TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO INFANTIL. HIPERACTIVIDAD. DIFICULTADES DE APRENDIZAJE. TRASTORNOS DE ANSIEDAD Y ESTRÉS. FOBIAS. ADICCIONES DROGA, JUEGO, TABACO...DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA. 

PROGRAMA TDAH. J.L GARCÍA CASTRO





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